jueves, 8 de enero de 2015

Rebajas, rebajas y más rebajas (y menos dinero).

Queridas y queridos:

Llegó una de nuestras épocas favoritas del año, en el que nuestro clóset ve inmensas posibilidades de renovarse con aquella prenda que no pudiste comprar en su tiempo y ahora el pecaminoso camino de este sigo (%) te llama a hacerlo. Rebajas, liquidaciones, sales o inclusive los famosos clearance son anunciados en todos lados dispuestos a llamar tu atención y por supuesto a la de tu cartera.

Nosotras también nos hemos dejado llevar por ese oscuro y vanidoso camino, pero la pregunta es ¿quién no?. El verdadero problema aquí es cómo hacerle para que tu cartera sobreviva a estas épocas y por eso nuestro equipo preparo unos pequeños tips que serán tus aliados en esta y futuras temporadas.

1. Todo lo que baja de precio, vuelve a bajar.
Es pura física queridas mías, hay cosas que de verdad creemos que es última rebaja pero ¡por favor! acaban de empezar las rebajas, tienes que ser muy paciente. Las cosas se disfrutan más cuando ahorraste unos pesos más.



2. La ropa no se crea ni se destruye, sólo se almacena.
Exacto, y es que ahora que existe la bendita venta online es muy difícil que se agoten las prendas pues las puedes buscar online. Por ello antes de llorar porque se llevaron el último vestido talla L que querías y precisamente de ese color, revisa en línea o ya de plano dile a los encargados que busquen en otra tienda.




3. La lista más lista es la lista.
A veces las shopaholics sufrimos el mal de "me gasté mi dinero y se me olvidó que tenía que ir por X cosa más necesaria." y ahí estamos chillando porque ya nos gastamos ese dinero. Este consejo nos ha servido mucho en la redacción: antes de ir de shopping haz una PEQUEÑA lista con cosas necesarias (gasolina, crédito para celular, la llanta del carro, maquillaje, etc.) Ver esta lista en el momento de tus decisiones te hará repensar si de verdad val,e la pena llevarte esa blusa solo porque estaba en $99.99


4. Las matemáticas son para toda la vida.
Haz una lista de tus ingresos y gastos mensuales. Comienza con los ingresos (los 100% seguros) y después empieza a restar los gastos NECESARIOS (no olvides agregar un colchón de emergencia). Al final, ese total que obtuviste saca un porcentaje como del 10% o 5% para destinarlo en compras. No olvides tomar en cuentas tus ahorros a largo plazo.


5. Que la fuerza esté contigo.
Si entras a una tienda y ves algo que de verdad te vas a arrepentir de no haber comprado y puedes pagarlo, no hay más: llévalo. Pero a veces la fuerza de voluntad es tu mejor aliada, la chamarra de $1,700 que bajaron a $800 puede ser una mejor inversión que el blazer que bajaron de $359 a $299.

No olvides comentar tu experiencia o tips.
Lov Ya

Atte.: Carta Editorial

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