Me encuentro sentada leyendo una revista con modelos que difícilmente me hacen encontrar mi cara en esos cuerpos. Recibo un mail, lo abro y es la actualización del nuevo catálogo en línea de mi tienda favorita, caí en la tentación: me enamoré de la blusa más parecida a la que hojee hace unos momentos en aquellas páginas de moda con aquellas modelos cuyo cuerpo odié hace unos instantes.
Me recuesto y pienso en este
pequeño círculo vicioso en el que me pregunto ¿qué es la moda?. La moda es la
respuesta de muchas, la vida de otros y el haber de todos.
No fue fácil y posiblemente es
tan abstracto como algunos de sus diseños pero es mundo que como todos, tienes
sus reglas.
Este mundo requiere un sumo
cuidado del cuerpo humano y es que no es fácil conseguir la ropa ideal para tu
cuerpo “ideal”. No es de sorprender que a veces sienta que yo crecí, porque es
imposible que la talla haya tenido una reducción en sus medidas. Tampoco puedo
creer que subí tanto de peso justamente cuando los crop tops se pusieron de moda y que mis finanzas estén bancarrota
cuando encontré las botas que llevaba buscando un año. ¿Qué castigo recibí para
no verme como Kate Moss y para no estar casada con el millonario de Tom Brady?.
Se acerca la semana de moda,
implica todo mi cuidado: investigación, dietas, compras y sobre todo agendar mi
vida social y practicarla; estudié Relaciones Públicas pero nadie me dijo que
las relaciones fuera de la academia fueran tan carnales y peor aún, el no estar
ad hoc a la temporada puede ser considerado el nivel más bajo dentro del nuevo
status quo.
Y entonces camino, llena de
reflexiones banales y pensamientos y ahí está la respuesta frente a mí.
Es un mundo cruel, sin duda
alguna, pero es el mundo de la mujer feliz. Aquella que camina diario a su
trabajo que oculta todos sus pesares dentro de los últimos tacones de colección
para la primavera. Tenemos que admitirlo, lucir esa falda midi costó más de un grito con cera pero sobreviviste a la guerra
que no era contra nadie más que contra ti.
La moda quizás duele, cuesta y es
difícil de comprender pero no es más que una guerra con uno mismo, es la
expresión de valores, gustos y pensamientos definidos en el exterior de una
persona; el mismo exterior que nos ayuda con nuestras relaciones públicas, nos
defiende en el día a día y lo más importante: ser alguien. Porque no me importa
si subí de peso, si mi amiga no me llamo o si mi pareja está muy ocupada, sé
que esos jeans son los mejores aliados para días como hoy.
Vuelvo a la cama y me pregunto:
¿qué es la moda?. Lo veo, la moda es uno mismo.
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